¿Qué fue primero: el blog o la web? Qué interesa tener antes a una academia



¿Qué fue primero: el huevo o la gallina? Es una pregunta del pasado, ahora la gran pregunta es: ¿Qué es primero: el blog o la página web para promocionar una empresa?

No es necesario más que hacer una rápida consulta en cualquiera de los motores de búsqueda más populares para constatar de la mayoría de las academias y centros de estudios optan por una página web corporativa como escaparate virtual de sus productos o servicios, aunque muchas de ellas completan su perfil virtual con un blog. Sin embargo, el número de centros de estudios con un blog cómo única herramienta para que alumnos o posibles alumnos conozcan el centro y sus novedades son muchos menos.

Ello hace pensar que a qué fue primero: el blog o la web, muchos de los centros respondería lo segundo aunque quizás no fueran del todo conscientes de cuáles son las verdaderas ventajas de tener uno u otra.



¿Qué fue primero: el blog o la web? Qué interesa tener antes a una academia

En la actualidad, los consumidores ya no solo quieren información, sino que buscan la información más actualizada y novedosa, la que les permita estar a la última en tendencias, también cuando se trata de formación y clases.

Tener un blog, para información actualizada y frecuente

Al buscar clases y cursos, los alumnos no buscan por nombres de academias y o de centros de estudios, sino que buscan en función de términos relacionados con las clases que quieren, con aquellas de las que han oído  en publicidad o aquellas de las que su entorno, o su entorno social hablan.

¿Cuántas páginas web tienen contenido actualizado y que se actualiza de forma continua para adaptarse a las tendencias? La mayor parte de las páginas web tienen información fija y concreta del centro, y no la actualizan durante mucho tiempo, por lo tanto quizás estén perdiendo la oportunidad de llegar a esos alumnos que buscan formación en base a esas actualizaciones.

Sí, un blog permite incluir nueva información, nuevos contenidos y, sobre todo, contenidos con términos actualizados y que responden de forma directa  a las nuevas necesidades o a los nuevos objetivos de formación de quienes buscan clases.

Claro que esa continua actualización y creación de material implica la necesidad de contar con alguien que gestione el contenido que se publique y, por supuesto, que lo gestione de forma eficaz, y ello supone una importante inversión. De ahí que muchos centros no cuenten con un blog propio, o que no aprovechen todo el potencial que este puede ofrecerles.

Tener una página web, la imagen de la empresa

También es cierto que hay empresas que tienen un nombre propio, lo que se llama Brand que mucha gente relaciona con un determinado tipo de cursos o con una metodología de aprendizaje determinada. En este caso, la página web es el escaparate perfecto en el que anunciar la academia en un entorno online, ya que cuando los alumnos busquen clases, lo harán pensando en el nombre de la academia.

En cualquier caso, muchas de estas academias y centros de estudios sí que incluyen un blog propio con contenido de calidad y actualizado, como una forma más de atraer a nuevos usuarios, de informar y de seguir innovando en formación.

Pero una página web depende del posicionamiento directo de la página por contenidos y palabras clave y, en muchas ocasiones, es necesario invertir en posicionamiento SEM para lograr primeros puestos o, por el contrario, será necesario contar con otras herramientas online, como redes sociales o un blog, para asegurar que los clientes lleguen también a través de la red.

La decisión, después de todo, corresponde a cada academia y a los objetivos que persigue cuando decide lanzarse y darse a conocer a los usuarios virtuales. Tanto la página web, como el blog pueden considerarse como excelentes formas para la promoción de los servicios de la academia en internet, cada una de ellas con sus ventajas e inconvenientes.

Y para vosotros: ¿Qué fue primero: el blog o la web de vuestra academia?

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