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Por Stéphanie Gélin, de le FLE en un 'clic'
Llega un nuevo año y uno de los nuevos propósitos más recurrentes suele ser aprender un idioma. Un nuevo curso está a punto de empezar y surge la necesidad de ponerse al día con el inglés o el francés por cuestiones laborales o, simplemente, se acerca el verano y existe la posibilidad de viajar a un país extranjero y se desea desenvolverse en el idioma del país en cuestión. Es entonces cuando aparece el interés en querer aprender un nuevo idioma en poco tiempo. Pero ¿de verdad existe una fórmula mágica que haga esto posible?
La respuesta es… ¡no! Las fórmulas mágicas no existen. Al igual que no existen dietas milagro para adelgazar saludablemente y en corto plazo de tiempo, tampoco existe un método fiable para aprender un idioma en pocos minutos.
La única fórmula que se conoce y que asegura resultados es una mezcla de pequeñas cantidades de perseverancia, dedicación y trabajo constante. Practicando un poco cada día, cualquier persona puede conseguir hablar una nueva lengua o mejorarla en pocos meses.
A pesar de que el estrés de la vida cotidiana y las miles de cosas que tenemos que hacer, puede hacernos pensar que no podemos dedicar ni 5 minutos para nosotros y nuestras aficiones, cuando algo se quiere, siempre se puede sacar tiempo: de camino al trabajo, en el metro, tal vez invirtiendo una parte del tiempo que dedicamos a navegar por las redes sociales en utilizar el móvil para aprender un idioma, podemos conseguir nuestros objetivos. O en el coche podemos reproducir “podcasts” y ponerlos como “música” de fondo. Incluso si no prestamos mucha atención, nuestro oído se familiarizará en escuchar a alguien a hablar en francés.
Las páginas y aplicaciones que nos prometen aprender una lengua sin esfuerzo no van a funcionar. Ciertamente pueden ser un apoyo para aprender estructuras básicas pero si lo que de verdad se desea es un aprendizaje sólido, estos son los consejos que se recomiendan aplicar.
1. Leer
Prensa digital accesible a todo el mundo, blogs de idiomas de calidad con artículos especializados, etc… Se puede encontrar mucho material totalmente gratis disponible en la web para poder empezar a practicar y entender un idioma, cómo se forma éste y comenzar a aprender vocabulario y estructuras básicas para hablar.
Si os gusta la literatura, en sitios web como Amazon, se puede encontrar gran cantidad de novelas extranjeras en versión original. Y si se parte de un nivel muy básico, también existen novelas adaptadas al nivel de aprendizaje de los lectores que resultan ser textos fáciles con actividades para aprender y mejorar.
2. Escuchar
Vídeos en YouTube, periódicos digitales que ofrecen fragmentos de información en formato audio o videográfico, emisoras de radio extranjeras que dispongan de página web y emiten online y en directo, vlogs de idiomas, etc…Tanto para leer, como para escuchar, es posible encontrar mucho contenido gratis para educar el oído a entender y pronunciar casi como si se fuese nativo.
Prueba un día a ver las películas extranjeras en versión original y utiliza los subtítulos si hace falta (en versión original también es mejor). ¿Cuesta un poco? Sí, por supuesto. Pero los resultados merecen la pena.
3. Practicar
La mejor manera de valorar si todos los esfuerzos que se están haciendo valen la pena, es practicando con nativos. Una posibilidad es esperar a la ocasión de realizar este viaje que te habías planeado y lanzarte in situ para ver si te entienden y si tú los entiendes a ellos.
Pero si eres de los que les gusta tener cierta seguridad y confianza siempre existe la alternativa de contratar a un profesor nativo para que te dé algunas clases particulares. Un profesor nunca tendrá miedo a escucharte ni a leer tus textos. Con él nunca te sentirás avergonzado ni temeroso de cometer errores. Te permitirá disipar cualquier miedo o complejo que puedas albergar a la hora de hablar y progresar todavía más.