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Más de una vez hemos hecho tejido en la academia y los resultados son casi inmediatos. No solo que los niños mantenían el interés y la concentración a la vez que escuchaban a su profe hablando inglés sino que llegaban a clase entusiasmados de hacer un poquito más de tejido.
Ciertos estudios muestran que tejer y otros tipos de manualidades requieren de atención y tienen un impacto positivo en el bienestar de quien las practica aportando efectos relajantes, desestresantes y creativos.
También afirman que tejer en grupo aporta aún más beneficios que tejer en solitario, pudiendo nombrar algunos tales como:
En mi opinión las habilidades que se desarrollan con el tejido también pueden utilizarse para facilitar el aprendizaje en general pero en particular de los idiomas.
Al tejer entramos en un estado de concentración o absorción completa con la actividad y esto es justamente lo que necesitamos para hablar fluidamente una lengua extranjera. O sea, que nos ayuda a mantener la atención necesaria para ignorar las interferencias de nuestra lengua materna.
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